Sueños de un León

Sueño, y casi siempre lo hago despierto, ya que debido a mi insomnio recurro mucho a esta "trampa", sino, me hubiese perdido lo que es una de las grandes capacidades del ser humano.

Soñando conseguimos todo aquello que no somos capaces en nuestro mundo cotidiano y diario. Todo aquello que anhelamos y que nunca conseguiremos, puede hacerse realidad mientras soñamos, incluso nuestros peores deseos o miedos.

Yo sueño con hacer grandes cosas no lo negaré, todos tenemos esa parte narcisista en nuestro subconsciente, pero sobretodo sueño con pequeños detalles, deseos, esperanzas, cambios, revoluciones. De vez en cuando incluso sueño cosas que mi cerebro despierto nunca concebiría, eso es lo bonito y lo peligroso de soñar, no siempre nos gusta lo que somos capaces de imaginar en nuestro mundo onírico.

Soñar con un mundo mejor es muy bonito y recurrente, pero últimamente me ha dado por fantasear con un mundo menos difícil para mi, para mi vecino, para todos.
Y para ello no hacen falta grandes revoluciones, ni grandes cambios, ni siquiera un mundo sin políticos es necesario para eso.
Simplemente, que cada uno deje de pensar únicamente en si mismo durante 10 minutos al día y se ponga en la piel de su vecino, de su amigo, de aquel niño haitiano del que nos compadecemos en el telediario, con solo 10 minutos un mundo mas fácil es posible.

Y como a mi se me da mejor soñar que pensar, ya que soñando me libero de todos mis prejuicios y soy yo, solo yo y mis pensamientos, hoy mismo voy a buscar un ratito entre sueño y sueño, para soñar los sueños de los demás.